La semana pasada el país tuvo el honor de ser sede del Tercer Foro Latinoamericano sobre Vivienda, promovido por Hábitat para Humanidad, organización sin fines de lucro, con presencia en más de 70 países y su sede en Atlanta.
Para los que no conocen Hábitat, esta fue fundada por Millard Fuller, millonario abogado que decidió donar su fortuna a la edad de veinte y nueve años, mudarse a una comunidad interracial y servir a la iglesia.
En los Estados Unidos, en esos años existía una aberrante segregación entre blancos y negros, hasta tal punto que a esos últimos les era prohibido entrar a lugares denominados como de blancos.
Fuller y su esposa, en el 1976 se mudan a una finca de nombre Koinonia y junto con grupos que se sumaron como voluntarios al ministerio cristiano, empiezan a construir viviendas decentes para los residentes de la zona.
En 1984, Fuller logra que ingrese como voluntario el expresidente Jimmy Carter y su esposa Rosalin, quienes no sólo aportaron su prestigio, sino recursos y hoy todavía a sus avanzadas edades participan en programas de construcción de viviendas por todo el mundo, dando el ejemplo de la necesidad de que cada ser humano necesita una vivienda digna.
Para nuestro país, que Hábitat nos haya tomado en cuenta para la celebración de este Tercer Foro no sólo es un reconocimiento a la labor de Hábitat Dominicana, también es un reconocimiento a la estabilidad económica y política de nuestra nación y la necesidad de que juntos apoyemos programas de viviendas, que no sólo reduzcan el déficit habitacional, más importante, que dignifiquen a las familias que hoy viven en condiciones miserables.
Debemos agradecer al Gobierno, en especial al ministro Gustavo Montalvo, quien desde el primer momento que se le presentó la idea dio el apoyo de parte del presidente Danilo Medina, así como otras instituciones del Gobierno y del sector privado, que sin su apoyo este esfuerzo no hubiese podido exhibir el éxito alcanzado.
Al Conep y su presidente, Pedro Brache, que dedicaron una de sus reuniones regulares para que Jonathan Reckford, CEO de Hábitat, explicara a los empresarios la visión y las metas de Hábitat y nos comprometiera apoyar las iniciativas tendentes a mejorar las viviendas en nuestro país. De una de las reuniones con Reckford salió la idea de un posible acuerdo con Asonahores y otro con Rafael Blanco para inmediatamente mejorar las viviendas de sus empleados en el proyecto de Bayahíbe.
En el almuerzo con el Grupo de Comunicaciones Corripio, Mónica Ramírez, Directora de Vivienda de Hábitat Latinoamericana, alabó el proyecto Ciudad Juan Bosch como un modelo a replicar, ya que el fideicomiso permite manejar la titulación de la tierra y el financiamiento para la construcción.
Hizo hincapié en la necesidad de que proyectos como este generen empleos cercanos a los residentes y facilidades de transporte para los que tengan que desplazarse a sus centros de trabajo.
También se trató el problema de titulación, de personas que por años llevan residiendo en terrenos del Estado y la necesidad de regularizar esa situación para hacerlos sujeto de crédito.
El III Foro Latinoamericano y del Caribe fue un éxito, ya que su tema central fue la vivienda en el centro de la nueva agenda urbana. Reunió a más de 700 personas de varios países, pasados ministros, alcaldes, todos interesados en cómo alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordado por los Estados miembros de la ONU, con metas para el 2030, donde está claro que una de las metas a lograr son las ciudades y comunidades sostenibles en una alianza entre los gobiernos, las organizaciones sin fines de lucro y los empresarios.
En un próximo artículo trataremos de hacer un resumen de las conclusiones del Foro y de los esfuerzos que se vienen realizando de parte de Hábitat Dominicana, como enfrentar la construcción de viviendas en áreas vulnerables y el financiamiento y metas para lograr en nuestro país alcanzar la meta de 50,000 viviendas intervenidas para el año 2022.