La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una alerta epidemiológica por casos de cólera en Haití y a propósito de ello asociaciones médicas han expresado su preocupación ante los riesgos que esto conlleva para República Dominicana.
El brote se localiza en zonas de Puerto Príncipe controladas por bandas armadas, lo que dificulta el acceso para hacer pruebas (y tener cifras más exactas) y ayudar a los enfermos, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El cólera es una enfermedad intestinal producida por una bacteria esparcida fundamentalmente por agua y alimentos contaminados y que puede provocar la muerte en apenas doce horas.
Se trata de una de las enfermedades más antiguas de la humanidad, y paradójicamente de fácil prevención si se cuenta con la higiene y herramientas adecuadas.
De lo contrario, lugares sucios y donde la gente vive en hacinamiento sin medidas eficaces de limpieza constituyen ambientes propicios para que la enfermedad prolifere.
El cólera es una de las causas más importantes de mortalidad en países de Asia y África y desde 1991 también en Latinoamérica a partir de un brote que inició en Perú y se esparció al resto de los países exceptos los del Caribe, infectando a casi cuatrocientas mil personas.
La infección se propaga con extrema facilidad. Por ejemplo, la ingesta de alimentos lavados con agua insalubre o el uso de agua que ha pasado por una tubería contaminada constituyen vectores directos. Por tanto, una adecuada infraestructura sanitaria acompañada de una masiva campaña de información es esencial para la prevención del cólera.
Por lo reportado en Haití es urgente que las autoridades dominicanas tomen rápidas medidas.
El Ministerio de Salud ya activó la vigilancia epidemiológica pero hay cosas adicionales que puede hacer. Por ejemplo, legisladores de varios partidos solicitaron establecer un cordón sanitario en la frontera, algo muy pertinente.
Por otro lado, en la actualidad hay en el mundo tres marcas diferentes de vacunas contra el cólera que son aprobadas por la OMS con más de un ochenta por ciento de probabilidades de éxito y con un costo de menos de veinte dólares la dosis. Se podría ir al menos haciendo las averiguaciones.
Hay que hacer todo lo posible para evitar la entrada de la enfermedad al país, pero también es necesario estar preparados para la posibilidad (probable) de que en efecto entre, pues dicha enfermedad, tal como ocurrió en Perú hace unos años, cuando se instala en una localidad tarda mucho tiempo en ser erradicada.