Noam Chomsky siempre criticó a los gobiernos que utilizan estrategias de comunicación para desviar la atención del público de las decisiones tomadas por las élites, mediante el bombardeo de informaciones llamativas, pero insignificantes.
Eso es lo que tenemos ahora, el Gobierno que sabe la importancia de la reforma fiscal, que es necesaria pero que puede tener consecuencias, nos ha bombardeado con la constitucional, la explosión del caso Camaleón y un operativo de control migratorio, sin tomar en cuenta que el efecto puede devastar más que cualquier tormenta. El Gobierno tiene a la ciudadanía en estado de shock y aún no reacciona.
