Al menos es mi conclusión del otro día, cuando leía el evangelio del día. Jesús decía si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz, pero no: está escondido en tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida. Y así anda el país y su gente sin poder reconocer ni hasta cuándo va a llover. Los políticos han asumido una ceguera voluntaria que imposibilita ver las soluciones, las oportunidades, y cuáles son las prioridades, por eso no estamos listos cuando llegan las dificultades ni los desafíos. Hablamos mucho y no ejecutamos nada.