La política se ha desnaturalizado, no puede ser que para ser presidente no se necesite nada más que la nacionalidad y no se tome en cuenta si tiene o no capacidad para administrar el dinero público. Antes, el liderazgo y la capacidad de Bosch o de Balaguer no era cuestionado, se sabía que estaban capacitados y que el ejercicio del poder no lo tenían basado en la riqueza. Sin embargo, en estos tiempos el dinero se ha entronizado en la política como objetivo principal y después es cuando se piensa en gobernar. La política debe ejercerse con más responsabilidad porque ahora hay que administrar sumas presupuestarias enormes, cifras que los políticos actuales nunca en su vida se imaginaron.