Daniel Ortega tiene 17 años gobernando Nicaragua y no acepta críticas de ningún sector. La ONU lo acusa de reprimir a toda la población que sea percibida como opositora o que “no sea lo suficientemente leal” al régimen sandinista. El papa Francisco describió su gobierno como una “burda dictadura”. Está acusado de crímenes de lesa humanidad como el destierro y la apatridia en contra de 317 nicaragüenses. Más de diez organizaciones, universidades, grupos religiosos y ONG fueron disueltas. La represión incluso ha logrado desarticular a la oposición mediante la cárcel y el destierro. Y para colmo Ortega ha firmado un acuerdo con Rusia de colaboración en materia de defensa.