De cerca de dos millones de soldados ucranianos y rusos que murieron por políticos que no midieron sus ansias de control y poder. Y esa responsabilidad no solo la carga Rusia y Ucrania, también mucho más Europa y EE. UU. que utilizaron esa guerra para fortalecer sus ideas partidarias. Si Europa escogió a Rusia de enemigo, debió contar en su estrategia, de que se enfrentaba al país con la mayor reserva de armas nucleares del mundo. Ahora frente al fracaso de Ucrania, Europa está sola y tendrá que aceptar concesiones, ante la cruda realidad de que si antes de la guerra eran dependientes energéticamente de Rusia ahora lo son de EE. UU. que opta por el proteccionismo.