Esa liga entre Elon y Donald es una bomba atómica que puede explotar en cualquier momento. Ambos tienen el ego fuera de control, por eso sus más cercanos colaboradores les han renunciado y no hablan bien de ellos. Elon asiste todos los días al club de Mar-a-Lago de Trump y testigos afirman que tiene una gran influencia sobre el presidente. Ha sido designado para liderar junto al excandidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental para desmantelar la burocracia. Falta saber las condiciones de su nombramiento y si tendrá que desprenderse de sus activos o colocarlos en un fideicomiso ciego para evitar conflictos de intereses.
