La caída es la tercera novela de Albert Camus donde presenta la vejez como una tragedia no por ser viejo sino porque dentro de este cuerpo hay un corazón joven lleno de anhelos que pierde facultades. Por eso, para un hijo lo más difícil es ver a su padre hacerse viejo en esta época de tecnologías y poco sentido común. El mejor regalo, es que tenga la paciencia de aguantarle, de escuchar, aunque crea que lo sabe todo y de tratarlo con sutil respeto en privado y con el mayor respeto en público. Es imposible describir el amor y el dolor que se siente por un hijo durante la vejez al tener que aceptar que pronto no se le protegerá, aunque él crea que ya no lo necesita.