El país está entre los que tienen incentivos fiscales en Latinoamérica para la industria cinematográfica pero ningún incentivo es para siempre. El cine dominicano ha madurado, y cuenta con el apoyo del público que, aunque digan que la película es mala, la gente va a las salas de cine, porque les gusta ver sus historias en pantalla grande. Se ha logrado mucho con el cine en poco tiempo.
Tienen personal capacitado e infraestructura, se les apoyó mientras se pudo, pero ahora todos los sectores deben volar solos sin el papá Estado. Los incentivos no son para crear monopolios, son para dinamizar e impulsar el crecimiento.