Que hay que admitir que la lucha contra la corrupción es selectiva y eso desnaturaliza la causa. A pesar de nuestros deseos de que no haya impunidad no podemos dejar pasar que hay fuerzas anónimas que mueven hilos y es necesario que quien persiga la corrupción tenga suficiente experiencia para conocer la magnitud de lo que se significa esa lucha en un Estado con un presupuesto que se queda pequeño frente al volumen que tienen los posibles señalados por corrupción por adueñarse de lo ajeno. Sabemos que el poder no escucha porque el poder se cree que cuando el resultado electoral le favorece se convierte en monarca, pero esa persecución a la corrupción está embarrando a mucha gente .