Ha sido una vieja práctica de los políticos y de los partidos cuando están en el poder. Por ejemplo, fueron prácticas comunes en épocas pasadas y que hoy serían imposibles como fusilar al opositor, encarcelarlo y desterrarlo. Sin embargo, ahora se utilizan otros métodos como “lawfare” o guerra jurídica. Se utiliza la justicia para eliminar al contrario, se acusa de hechos a veces reales para eliminarlo. Ese método en nuestra América lo hemos estado viviendo en los últimos años con poco éxito, pero, al parecer tenemos que ir inventando otros, porque el regreso a la presidencia de Lula, y luego de Trump, dejan establecido que, al parecer a los votantes no les importan demasiado las acusaciones jurídicas.