En 1961 EE. UU. impulsó en América Latina el programa “Alianza para el Progreso”, que otorga préstamos y ayudas. La agencia de inteligencia había hecho algunos trabajos sucios y para lavar su imagen fue dividida, una parte se ocupaba de hacer inteligencia (CIA) y la otra de ayuda social (Usaid) como fue nombrada por John F. Kennedy con el objetivo de influir e incidir internamente en cada país bajo el disfraz de ayuda social y ahorrarse el tener que dar un golpe de Estado. Que nadie se irrite, lo vengo diciendo desde 1990 desde que aquí se creó “Participación Ciudadana” para que cumpla con esos objetivos. Ahora bien, no hay que eliminar Usaid, solamente sacar las cosas malas.