El canciller instruyó a los jefes de misiones a gestionar autorización para participar en entrevistas en medios de comunicación, tras advertir que las frecuentes apariciones sin notificación previa han generado distorsión sobre la política exterior que implementa el ministerio. La medida es atinada para mostrar unidad en las decisiones tomadas hacia Haití. De esta manera le callan a boca a Juan Bolívar Diaz que tras renunciar a su condición de periodista y aceptar un cargo público no puede criticar las medidas que ha tomado su gobierno. Decir que “el país debe utilizar un lenguaje más constructivo, menos dramático, y promover soluciones en Haití” es echarle un balde de agua fría a su presidente.