El recién formado Consejo de Transición de Haití ya está dividido. Tres de sus miembros denunciaron un complot de otros cuatro concejales para designar al presidente del organismo y al primer ministro “en medio de la noche”. Según el partido Fanmi Lavalas, hubo una “conspiración” para garantizar que “los matones del Partido Haitiano Ted Kale”, del ex presidente Moïse, “conserven el poder” para “continuar con la tradición de corrupción”. Construir una democracia sin demócratas, sin las condiciones económicas, sociales y culturales necesarias, es como pretender hacer un asado de mantequilla.