Sí, en el 2024 seguiremos bajo un ambiente de tenso por el estallido de viejos conflictos que desestabilicen aún más la economía mundial. No solo tenemos el conflicto Palestino-Israelí y de Ucrania y Rusia. También hay que observar con preocupación lo que ocurre en Irán, la República Islámica sigue más aislada que nunca y en la mirilla de Israel. En Yemen no ha cambiado nada, sigue en el limbo. El Congo sigue bajo los embates de “El M23”, un grupo rebelde respaldado por Ruanda. Haití sigue paralizada por el estancamiento político tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Y por supuesto, Taiwán que es el mayor punto crítico entre EE. UU. y China. Washington pretende mantener la primacía en la región y Beijing la unificación con la isla.