Nuestro presidente Luis Abinader es sin lugar a dudas un mandatario trabajador. Nos gustaría que un día cualquiera posponga el corte de alguna cinta de inauguraciones y seleccione tres problemas nacionales para resolverlos en los próximos 1000 días que le restan de su gobierno. El tiempo pasa rápidamente y mejorar la calidad educativa no puede esperar más. El tema migratorio no puede esperar más, la energía ni hablar es urgente, lo mismo para lograr el pacto fiscal. Estos temas son fundamentales y comprometen el presente y futuro del país. El presidente debe priorizar su agenda para que se enfoque en lo importante y pueda dejar un legado al finalizar su mandato.