República Dominicana, como otras naciones, está obligada a continuar reduciendo los gastos innecesarios e inversiones no prioritarias frente al nuevo atentado contra la economía mundial provocado por la crisis bélica que se desarrolla entre Rusia e Ucrania.
Los ciudadanos de clase media deben postergar el anhelado cambio del vehículo a uno de mayor potencia o cilindraje. Mejor sería pasar a uno utilitario, de menor consumo de combustible.
Sustituir algún mueble del hogar o adquirir un nuevo inmueble también debe esperar, si el cambio no es estratégico para la reducción de costo en el presupuesto familiar o empresarial.
El panorama puede empeorarse, ya que aún estamos sumergidos en una situación convulsa y llena de impactos inflacionarios para la economía mundial, provocados por la pandemia, tales como, la subida de los fletes, así como de los combustibles, causadas por la reactivación económica, incluyendo de industrias internacionales grandes demandadoras de combustibles y materias primas, lo cual ha movido la demanda hacia arriba, y se aplica el sencillo ejercicio de mercado: A mayor demanda y menor oferta, más alto precio de un producto o servicio.
El presidente Luis Abinader anuncio, de manera responsable, que el Gobierno apoyará a la industria nacional y a los más desposeídos frente a la proyectada subida de costos y, por consiguiente, de precios que provocará la confrontación bélica entre Rusia y Ucrania, países de los mayores exportadores de granos y combustibles del mundo, entre otras materias primas demandadas para la elaboración de alimentos, la industria y la construcción.
Rusia es uno de los mayores exportadores del mundo de materias primas empleadas en la industria automotriz. Produce el 10% del petróleo mundial y exporta el 40% del gas a Europa. Es el primer productor de metales como el paladio y el níquel, y el tercer exportador de acero.
Rusia y Ucrania representan conjuntamente más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo, mientras que Ucrania por sí sola representa casi la mitad de las exportaciones de aceite de girasol.
También debemos sumar a los factores adversos para la economía nacional e internacional, la depreciación de monedas por las sanciones impuestas a Rusia, como ya ha venido sucediendo con el dólar en nuestro país.
Especialmente para la clase media alta y baja es tiempo de aumentar “el con su mismo” vehículos, muebles, inmuebles, e incluso ropas, para utilizar el poco o mucho dinero que se tiene ahorrado o se obtiene cada mes para la adquisición de artículos muy prioritarios, como alimentos y cualquier evento de salud de ellos o su familia.