Dediqué tiempo a estudiar los protocolos aprobados por las autoridades y Asonahores para la reapertura de los hoteles. La cantidad de detalles a tomar en cuenta me hicieron dudar, porque nuestra hotelería de playa tenía que introducir cambios en su forma de operar.
Los ajustes son tan notables, que confieso me asaltaron las dudas sobre las posibilidades de éxito de la exigente transformación que se considera necesaria para sobrevivir y crear un producto que ofrezca seguridad sanitaria a los clientes.
El cambio comienza desde la llegada, registro, manejo de las habitaciones, uso de áreas comunes, restaurantes, piscinas, zonas de juego, uso de la playa, servicio de bares, etc. Todo cambia. Para ofrecer una idea, cito una pequeña parte, que se refiere a los restaurantes:
1. Reducir cupos en buffets y restaurantes un 15-30% para obtener más espacio y evitar gran cantidad de clientes en un solo lugar y horario.
2. Respetar el aforo (cantidad de personas) previsto en cada sala, aconsejando una densidad máxima de 4 personas por cada 10 metros cuadrados y una separación de 2 metros entre clientes de diferentes unidades familiares. Si es preciso se establecerán turnos en el uso del restaurante.
3. Un representante debe guiar a los huéspedes a los asientos para garantizar que se mantenga la distancia entre las mesas. Si esto no es posible dado el cumplido del personal, indique claramente qué asientos se pueden usar mediante el uso de marcas y letreros.
4. Colocar marcadores en el piso para marcar el espacio de distanciamiento físico requerido mientras está en el área de espera y fuera del restaurante si está lleno.
5. Colocar los muebles en el área de espera / recepción para permitir el distanciamiento físico.
6. Eliminar los condimentos compartidos como el ketchup, la mostaza, la salsa picante y los saleros / pimenteros.
7. Animar a los grupos grandes (6 y superiores) a hacer reservas de antemano y establecer una cantidad máxima de reservas que se pueden hacer para cualquier día. El tamaño máximo del grupo no debe ser más de 10 individuos.
8. Colocar los muebles en el área de espera y recepción de forma que se pueda permitir el distanciamiento físico.
9. Después de cada turno se procederá a la retirada de todos los elementos de la mesa y se limpiará y desinfectarán aquellos elementos que hayan podido estar en contacto con las manos de los clientes.
10. Replantear la disposición de las mesas con una distancia de 2 metros entre cada una.
Mis dudas me llevaron a hospedarme con mi familia, en la apertura de un hotel que visité antes de la pandemia: Grand Paradise Playa Dora de Amhsa Marina (Puerto Plata). Quería evaluar la operación con el cumplimiento de los protocolos y apreciar si el nuevo producto es atractivo comparado con el anterior.
Las nuevas prácticas me sorprendieron. Un detalle: ya no es posible bar pedir en el bar el segundo trago en el mismo vaso para aprovechar el resto del hielo y el ron final. Me explicaron que cada vaso usado sale de circulación. También, que el personal que atiende las habitaciones sólo entra a ella si el huésped lo pide.
Las 48 horas con 6 visitas al restaurante, piscina, playa, bar, Select Club etc. fueron convincentes. Amhsa Marina me convenció de que si se hace la tarea, pueden cumplirse los protocolos y al mismo tiempo ofrecer un buen producto. ¡Se puede, qué bueno!