Si usted creía que los primeros en llegar a lo que hoy es el estado de Nueva York fueron ingleses, holandeses o quizás vikingos, pues no es así, la primera persona en llegar a esa región era originaria de República Dominicana en 1613. Su nombre es Juan Rodríguez y la avenida Broadway, entre 159 y 218, lleva su nombre, una zona poblada mayoritariamente por dominicanos.
Pues emigrante es el que se va, mientras que inmigrante es el que llega, el migrante, por su parte, es aquel que, simplemente, se desplaza de un lugar del que es originario a otro distinto.
Hago esta reflexión pues estos premios llevan el nombre del diseñador dominicano Oscar de la Renta, el cual fue un emigrante.
El padre de Oscar de la Renta no dudó en apoyar a su hijo cuando éste le dijo que quería dedicarse a la pintura abstracta, es cuando se va a Madrid para estudiar en la Real Escuela de Arte de San Fernando.
Y el destino lo lleva a trabajar en el taller del gran Cristóbal Balenciaga, donde logró su primer éxito, pues de sus manos salió el boceto de un fabuloso vestido para Beatriz Lodge, hija del entonces embajador de Estados Unidos en España.
Y ese mismo diseño fue portada del semanario de la revista Life vistiendo la creación de Oscar de la Renta, con lo que este dio la vuelta al mundo y su nombre empezó a sonar en los círculos más influyentes. Lo demás es historia.
Este premio internacional con el nombre de Oscar de la Renta, al cual hago referencia en mi entrega de hoy, es un reconocimiento a los dominicanos que se destaquen en diferentes áreas, pues son muchos los compatriotas que han desarrollado una vida extraordinaria, un trabajo digno para su comunidad como ocurrió con nuestro diseñador.
Fueron creados para reconocer los méritos de hombres y mujeres que con su accionar, elevan el nombre de la Patria que los vio nacer, fomentan los valores de la nacionalidad y motivan a la población a destacarse positivamente
Esta sexta entrega a realizarse el próximo jueves 7 de noviembre, en el Centro de Convenciones de la cancillería será donde serán distinguidos hombres y mujeres de la comunidad dominicana que se destacan en los países donde residen manteniendo sus vínculos con el país.
Se manifestará con talento y laboriosidad desde Suiza, Bélgica, Puerto Rico, Nueva York, Boston, Italia, Texas y Londres, en los oficios o profesiones que ejercen los dominicanos en estas localidades, como la informática, finanzas, odontología, educación, medicina y liderazgo comunitario.
Para terminar esta actividad es parte de una realidad dictada por los objetivos fundamentales de una política exterior proactiva y participativa, cumpliendo con el principal eje de la protección de los dominicanos en el exterior.