Dios está en control, hará prosperar su buena voluntad sobre ti pese a argumentos, decisiones e intervenciones humanas. ¿Acaso no ha prometido estar contigo cada día de tu vida? Como la luna a la noche, no te deja, su amor es seguridad, su amistad es fidelidad.
¡Paz! Deja que tu corazón se alinee como la rama al viento, que el perfume de tu confianza llegue como alabanza a Dios; que hermosos son los hijos que recuestan sus hombros, cierran sus ojos y desnudan su alma en el pecho de su Padre celestial. ¡Acomódate y recuerda que ni duerme, ni se cansa, ni dormita el que te guarda! Cuando el amanecer abra sus valijas te sorprenderás de cómo el Todopoderoso, el alto y sublime, ha cuidado de ti, ¡tu paz prevalecerá!