Aceleradamente estamos saltando a lo nuevo, un tiempo inesperado y de grandes expectativas, pero aunque faltan algunos días y todo puede suceder, sientes cierta apatía, cansancio y tristeza. Reconoces que hubo orgullo para emprender relaciones con las plataformas correctas, hubo impaciencia y echaste a perder cosas, también sientes que hay expectativas colapsando, creíste que Dios haría ciertas cosas que hoy reconoces no es lo realmente hará, pero fue tu percepción y te decepcionaste. Sabes, la esperanza no avergüenza, este es un tiempo nuevo, donde no puedes entrar cansado. Dios está abriendo una puerta grande y eficaz para que la atravieses. Dios no te ha fallado, te dejaste engañar por el orgullo, te desviaste por el temor pero Él cumplirá su propósito y su promesa florecerá, será diferente, ¡pero será mejor!