Jesús oró así: “Padre que sean uno”… Comenzar juntos es una ventaja; mantenerse unidos es un logro, avanzar unánimes es progresar; pero trabajar “como uno” eso es triunfar!
Hay desafíos que requieren unidad y metas que requieren que seamos uno en todo el trayecto. Pero hay situaciones que nos apartan, actitudes que nos desvinculan. No obstante Dios nos llama a estar juntos en la oración, unidos en la fe, unánimes en la misión y a ser uno en el sentir. Todos hemos sido llamados a la misión de hacer una mejor nación, convocados a invertirnos y dar nuestro mejor fruto, a usar nuestras diferencias como estrategias y nuestras percepciones como puntos de referencia. “Estar” es parte de crecer, “permanecer” es parte de prosperar y “resistir” lo es todo para alcanzarlo.