Cuando conocemos la razón verdadera de vivir, cuando después de una voraz crisis de salud a nivel mundial nos encontramos del otro lado de la historia, entre las estadísticas de los sobrevivientes; luego de mirar con nuestros ojos tantas cosas, mientras observamos cómo la realidad superaba a la ficción, agotándonos la capacidad de asombro y paciencia… Despertar hoy aún con limitantes y desafíos es “la gran cosa”… Todo demuestra que por algo seguimos aquí, para algo sobrevivimos, y por “ese algo” y aquellos que amamos y nos aman Aceptamos el reto, vivimos en optimismo ante el amarillismo mundial y el pesimismo global, esperamos nuestra mejor temporada, vivimos para ver días mejores porque para este tiempo hemos nacido y para esta hora hemos llegado y se cumplirá su propósito en mí. l