En esta vida muchas veces nos encontramos caminando entre carriles, uno es el que construimos, también sobre el que otros trabajaron o, en el carril de la gracia inmerecida de Dios, una estructura divina hecha con el hormigón del propósito, el asfalto de su Palabra y la estrategia de su benevolencia. “Tanta gracia” requiere tiempo para discernir y aceptar. Decimos creerla y hasta aceptarla, pero del dicho al hecho hay un trecho ancho que amerita un puente de fe, confianza e intimidad. Para algunos, aceptar una jugosa oferta laboral o una oportunidad de cambio de país, carrera o negocio puede resultar una decisión mas fácil que pasar del modo “allá voy” a “Yo iré contigo donde me lleves”… Este 2025 no vayas con todo, déjalo sorprenderte con “nuevos sabores” de gracia!