Basta estar cansado para caer en un sueño profundo, hay quienes ni se asean ni cambian su ropas, caen redondos donde primero acomodan la cabeza. En Mateo 25:30 Jesús exhortó: “Manténganse despiertos, porque no saben el día ni la hora”. En el verso 4 dice: “Todas las vírgenes que esperaban al novio tuvieron sueño y se durmieron, pero no todas estaban preparadas para la sorpresa”. En un tiempo como este cualquiera se duerme, cansa tanta noticia falsa, apesta tanta maldad, humanamente hablando no se aguanta en gran esfuerzo diario para sobrevivir o ser quien debes ser; ahora bien, si viniste por un propósito, llena tu lámpara, no titubees. Dios permitirá muchas molestias para mantenerte velando, porque a donde irás no entran los muy inflados, solo los bien llenos.