Algunas personas entraron a tu vida y a tu mundo felices, porque estaban saliendo de ese lugar, ese entorno donde no podían seguir… Entre los tuyos y junto a ti volvieron a construir y parecían estar a gusto, progresaron, resplandecieron, se expandieron y con el tiempo, se fueron como si nada, como si nunca… Hoy, después que la vida los favoreció o Dios los bendijo, los vemos y parece que nunca estuvieron, que lo vivido no fue real, que crecieron en otra parte, por otros medios y ni gratitud ni afecto nos unen. Fuimos una temporada, “lo que el viento se llevó” aunque dejó dudas, dolor y lecciones. Entraron a nuestras vidas para salir de su mundo y salieron de nuestro mundo buscando una vida que ya no podíamos ofrecerle.