Ninguno que no conoce su propósito de vida la tomará en serio, jugará con ella, desperdiciará el tiempo y doblegará sus recursos ante los caprichosos placeres que toquen las puertas de su alma. De todos los recursos de vida, el tiempo supera a todos. M. Scott dijo: “A menos que se valore a sí mismo, no valorará su tiempo. Hasta que valore su tiempo no hará nada con el”. Y por cierto, es cuando tenemos tiempos de paz que mejor edificamos, es cuando la paz es nuestro árbitro, que las malas jugadas de la vida se convierten en grandes experiencias que alimentan nuestros éxitos. La Biblia enseña que hay tiempo para todo. La vida se mide en tiempo y el tiempo con Dios, en vida eterna.
¡Hazlo a tiempo!
Ninguno que no conoce su propósito de vida la tomará en serio, jugará con ella, desperdiciará el tiempo y doblegará sus recursos ante los caprichosos placeres que toquen las puertas de su alma.