La felicidad será siempre relativa porque cada cual es feliz de formas diferentes, incluso hay quienes se sienten muy bien, satisfechos y orgullosos cuando arruinan la vida de otros… la felicidad se alcanza a veces hundiendo sin miramientos, quebrando muchos corazones, muchos destinos y frustrando proyectos invaluables. Pero hay algo que no se conquista por medio de logros ni de estados de ánimo, tampoco de actitudes forzadas o como resultado de la euforia de ciertos momentos, tampoco de un cambio de status. Se llama plenitud, es un estado del alma, cuando el espíritu le coloca alas y armadura, es la capacidad de ser libre desde el interior, de amar ininterrumpidamente pese las circunstancias, de ser quien debo ser pese a las apariencias. Siempre que el ego cede, la plenitud pasa!