Los grandes cambios muy a menudo son invisibles al ojo no entrenado, alguien acostumbrado a ver solo resultados ignorará las perlas que se gestan en los procesos. Es desafortunado poder ver el tronco, desestimando que debajo de la tierra hay uno mas fuerte llamado raíz capaz de generar renuevos incontables. El potencial por igual está oculto para los inexpertos, los misterios a los ajenos, la sabiduría a los insensatos, el gozo a los rebeldes, los códigos a los simples, las llaves a los que no oran y la visión a los que no creen. Mientras creer es atreverse a interceptar los sueños de Dios, obedecer en aceptar su GPS para caminar sin entender, batear cada duda, filtrar toda realidad y sujetar a quien al mirarte se ve a sí mismo.