En algún momento de la vida, gente llena de potencial, tiene la razón como libro abierto, pero el corazón atrapado tras un muro de cristal. Se cuidan de todo y todos, menos de sí mismos. Se auto lideran, endiosan y aíslan, incluso de Dios y sus planes. Por ello Dios permite “crisis rompe cristales”. Una crisis es un espacio en el cual nuestro creador aprovecha las altas temperaturas de ciertas circunstancias para refinar el oro que puso en alguien. Las crisis alumbran los mejores líderes, purifican los guerreros y revelan los héroes. La resonancia de las crisis rompen las copas que las ruidosas confusiones rebosaron. No te embriagues de dolor y despierta ya. Quizás a lo que tantos llaman tocar fondo es Dios resucitándoles de donde les enterró el ego.