En ocasiones Dios nos cruza con gente que evidencia, con sus puntos de vista , aquello que decidimos ignorar. Estos transeúntes observan lo que obviamos adrede, además, les sobra gallardía para hablar con elocuencia y hasta con cierta inocencia lo que evadimos con indiferencia. A fin de lograr una actualización de nuestro carácter, Dios usa niños, molesta a suegras y zafa emociones de amigos, incluso de enemigos.
Por cierto, recientemente escuché esto: “Tus enemigos te dirán lo que tus amigos no se atreven”… Y como usualmente terminamos siendo nuestras decisiones, no consumir lo bueno por morder una versión barata de “lo que llaman bueno”, culturalmente aceptable o políticamente correcto, mordemos cualquier pastel de manzana viral.
Piénsalo, tu versión es solo tu mordida, la verdad es Árbol de Vida.