No permitas que tu felicidad dependa de lo que puede esfumarse. ¿Por qué tanto miedo de perder lo que ya se había perdido y para qué temer que se vaya lo que de todas formas debía irse…?

La felicidad no depende de la estabilidad o la vanidad, mucho menos de algo que puede extinguirse. La felicidad es un diamante en tu interior que se extrae, se pule y embellece, a veces con dolor, pero con el gozo de luchar por lo que vale.

Terminado el producto puedes ver a través de sus caras con el filtro del sacrificio, la constancia, la creatividad, la disciplina, la gratitud, la verdad y los valores. Podemos ser felices “a pesar de todos” cuando consentimos que Dios le dé forma a nuestra alma para que brille en la oscuridad.

Posted in Opiniones, Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas