La ruta acelerada de las conquistas diarias y el ruido del motor de la superviviencia opacan los detalles que nos ayudan a identificar quienes son verdaderamente los que caminan a nuestro lado o se unen en las intersecciones. Caemos en cuenta de que no son lo que parecen cuando ya se han salido con la suya, estos tienen apariencia de piedad, hablan Biblia y hasta hacen buenas obras, empatizan con ciertos criterios tuyos, pero no tienen en el corazón al Dios que ama, que cuida, que bendice y transforma, solo quieren la parte legal, y buscan al que salva, sana, provee, resuelve… Son seguidores del Dios que extiende la mano y no amigos del que da la cara… Pero no te decepciones, quien te engaña una vez te prepara para 99.