Hace algunos años conocí un emigrante que invirtió sus ahorros y sembró sus sueños Cabarete. Fue una acompañando a la presidenta de ASONAHORES, la activa Haydee Rainieri, de visita en esa comunidad para a la Asociación para el Desarrollo de Cabarete.
Ellos denunciaban la insólita decisión del director de ese Distrito Municipal, de privatizar el cobro de los impuestos y enfrentaban a un famoso extranjero que compró ese derecho, aumentó los arbitrios y actuaba a su mejor parecer, y solía tener pareceres abusivos.
El amigo que conocí opera un pequeño hotel y enfrentó con decisión al Director Municipal y al privatizador que ya tenía un feo historial. De los impuestos se pasó a la pelea por la defensa del medio ambiente porque el Director Municipal se dedicó entre otras depredaciones a robarle espacio a la laguna de Cabarete, rellenando partes para vender solares.
Al tema ambiental siguió la pelea por la descarada corrupción y malversación de los recursos del Distrito Municipal. Mi amigo llevó el tema a los “tribunales de justicia”, en los que se le dio vueltas y más vueltas siempre dejando brechas para que los acusados escaparan sin pagar sus acciones vandálicas. La batalla fue larga y el Director Municipal terminó condenado. Fue el primer funcionario municipal que apagó, al menos una parte, sus tropelías en la cárcel.
El costo de la pelea fue alto para mi amigo. Un atentado contra su vida, un intento de enviarlo a la cárcel acusado de contaminar la Laguna de Cabarete, el costo de loa abogados que los defendieron de acusaciones sin sustento y pelearon contra el corrupto Director Municipal. Tenía que andar con mucho cuidado porque los depredadores ambientales y quienes malversaban los recursos de Cabarete, eran gentes de armas tomar. Bueno… lo son, porque sigue vigentes, sueltos, depredando a la luz del día y amenazando, sin que autoridad alguna ose tocarlos.
Mi amigos ganó la batalla al señor Mora, el famoso Canoa Director Municipal de Cabarete. Su decisión de enfrentar los depredadores lo envolvió en nuevas batallas, esta vez contra quienes destruían el río Yásica para comercializar la arena, también contra un “empresario inversionista” francés y su socio local por destruir un manglar en la boca del Yásica. Después contra antiguos socios de Canoa, que escudados en una marca hotelera famosa pretendían (aún mantienen su propósito) apoderarse de terrenos públicos y machacar los manglares del Yásica.
En los últimos meses, mi amigos ha dado una nueva batalla intentando salvar la Laguna de Cabarete de los depredadores encabezados por un pariente de Canoa, que cada día le roban unos metros a esta importante almacén hidráulico.
Mi amigos, Michel Gaycrosier, que se hizo dominicano, de nuevo ha sido amenazado, perseguido, presionado, atacado y tiroteado su famoso “dron” con el que fotografía desde el aire los crímenes contra la playa, la laguna, la desembocadura del Yásica… Un “dron” mágico protegido por ángeles porque sus atacantes no han podido derribarlo. Su última acción fue filmar esta semana el camión contratado por el Distrito Municipal que se ha sumado a la depredación de la laguna.
Parece que sólo Michel quiere evitar la depredación en Cabarete. Pero nadie puede alegar ignorancia. Son crímenes ambientales que se cometen a plena luz del día, sin que los depredadores hagan nada para ocultarlo, aunque si han hecho todo lo posible para quitar del medio a Michel, que cada semana divulga las fotos que toma su dron.