Apropósito del proceso político electoral que está en desarrollo para el 2024, y debido a que el evento se sujeta al balotaje (francés balotage), el cual se define como “Segunda votación que se lleva a cabo entre los dos candidatos más votados en la primera, cuando ninguno haya obtenido la mayoría requerida”; en el nuestro es la mitad más uno de los votos. El propósito principal que se persigue es que el elegido sea legitimado por un porcentaje calificado. El balotaje obliga a las organizaciones políticas a pretender ganar en primera vuelta, y a esos fines se busca aliados. En los procesos comiciales hay partidos mayoritarios y partidos emergentes. En ambos casos persiguen el interés de lograr posiciones de elección popular en los diferentes niveles de elección. Por lo general, y no conozco una excepción, el partido mayoritario es el que presenta el candidato presidencial, que es el único nivel sometido al balotaje. El que fue mayoritario y aún se lo cree, se complica para alianzas.
La Fuerza del Pueblo es un partido reconocido como el mayoritario de la oposición, su candidato presidencial está en un empate técnico con el candidato a ser repostulado por el partido de gobierno, que lo es el Presidente Abinader. Una alianza entre la FP y el PRM es imposible.
¿Con cuáles partidos pueden ser las alianzas? Una regla de oro a considerar tiene que ver con que el partido de que se trate asuma la postulación del candidato presidencial de la FP, el doctor Leonel Fernández; la primacía no se cede, se defrauda a los seguidores. Si el partido a aliarse tiene candidato presidencial, dificulta; aunque mejor es decir, impide un acuerdo.
Como hay tres niveles de elección, podría pensarse que se podrían hacer alianzas en los otros dos niveles. Sin embargo, en nuestro país la geolocalización electoral mayoritaria se concentra en cinco provincias, lo que significa que en ellas se decide el resultado general, por lo que no puede haber confusión que provoque desviación del voto.
En la FP su Dirección Política es la que, por normativa estatutaria, decide sobre las alianzas. Es por otra regla de oro, las alianzas, aun locales, deben ser hechas tomando como referencia el contexto general de todo el país y todos los electores. En otro sentido, aquello de que somos adversarios, aún juntos en la oposición, o que entre sus dirigentes se guardan rencores, es inadecuado. Cuando se firmó con Juan Hubieres surgió una narrativa desde el Gobierno de que Hubieres había insultado a Leonel. Los argumentos fueron banales, insulsos, triviales, y demostraron que no son competentes para gobernar, pues quien no perdona guarda rencor, envenenándose; se convierte en retaliador, vengador y represivo desde el poder.
Si no entienden lo que hace el rencor, tampoco el error de creer que el dinero le da poder. No, el poder reside en el pueblo y recordarlo siempre es otra regla de oro, puesto que el pueblo es el principal aliado. Un partido mayoritario lo es por el apoyo que recibe del pueblo; las adhesiones a las actividades de la FP son expresiones de simpatías y las encuestas lo confirman.
Las reacciones que va manifestando el pueblo, cuando se anuncian alianzas con los partidos, cuando las acepta es regla de oro a respetar.