Toca escribir, a propósito de la tormenta Franklin, sobre las reglas gramaticales que deben aplicarse en los términos que se utilizan ante estos eventos naturales que preocupan a los habitantes de los territorios a ser impactados por estos fenómenos atmosféricos.
Mientras escribo esta entrega de Periodismo y Gramática, como cada jueves, vía elCaribe, cae un torrencial aguacero en Santo Domingo y la lluvia ya ha hecho estragos en gran parte del país, sobre todo, en zonas vulnerables que en estos momentos son socorridas por los organismos competentes.
De manera especial, no dejo de pensar en mis colegas (periodistas, reporteros, fotógrafos, camarógrafos y choferes, así como también el personal que se queda en planta, quienes exponen su vida y sacrifican el tiempo de su familia para mantener a la sociedad informada, pero es el oficio que elegimos y del que siempre repito: hay que tener vocación por lo mucho que se arriesga y lo poco que se gana. ¡Toca cuidarse mientras se trabaja!
Y luego de toda esta preocupación previa, procedemos a compartir algunas claves para una redacción más precisa de las noticias sobre este y otros fenómenos propios de la temporada ciclónica.
Recuerden que los nombres de las depresiones, tormentas o ciclones son propios, por lo cual deben escribirse con inicial en mayúscula y no es necesario entrecomillarlos ni redactarlos en cursiva, porque no son extranjerismos. Además, no olviden que el término genérico que le acompaña, como huracán, tormenta o ciclón, se escribe en minúscula. Por ejemplo: La tormenta Franklin provocó inundaciones considerables durante su paso por República Dominicana.
En el caso de la expresión “estado de emergencia”, todo va en minúscula porque aquí no hay nombres propios. Recuerden que la palabra “estado” se refiere a una situación, no a la forma de organización política del país.
Otro aspecto gramatical en el que muchos se confunden, es que asumen que el artículo “el” que acompaña en ocasiones a la región “Caribe”, también va en mayúscula porque interpretan que forma parte del nombre propio, pues no, y para una mejor comprensión, aquí un ejemplo: He visto que el Caribe será impactado por la tormenta Franklin.
Sé que muchos se resisten a esto, pero los puntos cardinales se escriben en minúscula. Insisto en esta parte porque algunas personas no acaban de entender que, aunque designan referentes únicos, no dejan de ser nombres comunes. Finalmente, les pido que se cuiden y preserven sus vidas, que es lo que realmente vale.
¡Gracias por leerme!