Uno de mis libros favoritos ha sido “Alicia en el país de las maravillas”, del insigne maestro del cuento, el británico Lewis Carrol (1832-1898). Eran dos libros, uno de la aventura de Alicia y otro “A través del espejo”. Aunque era un autor para el mundo infantil, la destreza fabulosa de escribir contándonos historias fantásticas, nos apasionó. Pero el tema de estas líneas no es Lewis Carroll y su extraordinaria creación de Alicia, sino unas de sus conclusiones narrativas, el diálogo entre Alicia y su amigo el gato Cheshire.
Sus libros han tenido muchos altas y bajas en la traducción por el doble sentido de sus palabras y la profunda filosofía que guardan. Algunos hemos tenido que leer en inglés y español, pero los diálogos son fabulosos y lo dicen todo.
En ninguna empresa humana, sea pública, privada, personal, deportiva, política, artística, militar, religiosa, en fin, de la naturaleza que sea: nadie obtiene meta final si no conoce el camino. Si desde el inicio usted no sabe dónde va, no llega. La chepa, no puede ser una conducta de vida: si usted no sabe hacia dónde se dirige no llega. Por ejemplo, al llegar al 15 de Azua, usted tiene que saber cuál camino tomar, ¿hacia la izquierda o hacia la derecha? ¿Barahona o San Juan? ¿Cuál es su decisión?
No importa el vehículo que usted conduzca, aunque el vehículo sea automático, usted tiene que dirigirlo, aun sea un Tesla, modelo S. Y si usted no sabe, no llega. La improvisación será su destino, improvisar será su decisión. ¡Qué Pena!
Lewis Carroll, nos cuenta este bello párrafo y cito: -Minino de Cheshire- empezó a decir en tono tímido, porqué no estaba del todo segura de que ese nombre le gustara; sin embargo, el gato amplió más su sonrisa. -Bueno, parece que le ha gustado-pensó Alicia, y prosiguió- ¿podrías decirme, por favor, ¿qué camino debo tomar desde aquí? -Eso depende en gran medida de adónde quieras llegar-dijo el gato. -No me preocupa mucho adónde –dijo Alicia. -En Ese caso, poco importa el camino que tomes con tal de que llegues a alguna parte -añadió Alicia a modo de explicación. -o de llegar a alguna parte, puedes estar segura -dijo el gato- siempre que camine mucho rato.
Alicia se dio cuenta de que no había nada que oponer a esta respuesta, de modo que probó con otra pregunta…