1.- El ser humano, sin importar el lugar del planeta tierra donde habita, mentalmente desarrolla sus actividades moviéndose en forma pendular, oscilante, sin que pueda mantenerse firma aunque así sea su deseo.
2.- Además de las desigualdades en el orden social y económico, la presencia de la COVID-19 impide que mujeres y hombres permanezcan serenos, calmados. Hoy no es fácil portarse sosegado, impasible, es decir, dueño de sí.
3.- Debemos de buscar la forma de quitarnos de encima las asperezas, el proceder intratable e insociable. Preocuparnos por acercarnos a la amabilidad, lo que nos haga ver afables, sin importar la situación sobreponernos, hacer de tripas corazón.
4.- Ante la grima que genera la pandemia que ya ha matado 1, 030,154 personas, y tiene afectadas a más de 34, 717,465, hay que lanzar la mirada a lo que motiva satisfacción, mucho agrado e impulsa a la alegría, al buen humor.
5.- Particularmente los dominicanos y las dominicanas, que nos llena de pena saber que de los nuestros han fallecido 2,128, y hay más de 113,350 contaminados por la COVID-19, nos hace bien saber que el jugador Juan Soto, ha tenido una gran temporada en la Liga Nacional, al resultar líder en tres departamentos ofensivos de bateo, porcentaje de embazarse y slugging con 351, 490 y 695.
6.- Algo ha de venir a levantarnos los ánimos; a motivarnos para estar bienhumorados; a ponernos festivos para así acabar con el aburrimiento que tiene a más de medio país abatido, desconsolado, abollado, hecho trizas. Debemos conquistar la alegría perdida.
7.- Lo que manda el sentido de estar con vida es escapar de las penas; zafarnos de todo lo que nos pone llenos de tristeza. Hay que eludir las mortificaciones poniendo por delante lo que nos hace reír, probando así que logramos escabullirnos de lo que nos convierte en perezosos.
8.- Que el éxito deportivo de Juan Soto, sea un alivio; un consuelo; algo aromático para que como noticia aromoso traiga alegría penetrante y colectiva a nuestro pueblo, ahora que bien la merece y necesita.