Amnistía Internacional, ACNUR, OEA y algunos capítulos o agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han recargado las pilas de su caldera de odio contra República Dominicana con acusaciones marcadas por mentiras, inventos, dardos envenenados y otras repudiables diabluras que buscan destruir el peso del gran símbolo de la dominicanidad.
Son insensatos los manejadores de estas agencias extorsionadoras y chantajistas, a la hora de destruir a un país como el nuestro centrado en el crecimiento y desarrollo de una economía sostenible y de estructuras fruto del trabajo y el sacrificio.
Su objetivo es hacer que nuestro país cargue con una crisis que ni los haitianos, ni la comunidad internacional quieren resolver porque para ellos esos más de 12 millones de seres humanos son cosas que no deben penetrar a sus territorios, sino ocupar por completo la parte oriental de la isla como desgracia para nosotros y para el mundo sensato.
Destruir el turismo, controlar la minería y utilizar el territorio como punto estratégico en las confrontaciones de intereses de potencias y ambiciosos políticos criollos y extranjeros, nos colocan en una caldera de temperatura irresistible, solo para lograr su objetivo.
La postura del presidente Luis Abinader, la de Joaquín Balaguer y otros dominicanos valiosos, han permitido resistir las presiones y afrontar con valentía las debilidades de otras gestiones que, prácticamente sucumbieron ante las terribles presiones de esos organismos chantajistas.
La nación dominicana tiene la gran oportunidad de hacer un ejercicio patrio y unificarse férreamente ante la amenaza velada y azuzada por esa horda de pseudos defensores de los derechos humanos, que solo persiguen vivir bien a costa de quienes tienen poca vida.
Debemos estar alertas y unidos más que nunca en la defensa del legado de los padres de nuestra nacionalidad y los símbolos patrios. Es tiempo de mostrar que somos realmente dominicanos y que estamos decididos a darlo todo por vivir en un país independiente, libre y democrático. ¡Viva la patria!