Los alcaldes y directores municipales son los administradores de sus respectivas comunidades y tan grande es para ellos como para el Gobierno Central, procurar los mecanismos que garanticen la paz social, la economía, la soberanía y sobrevivencia de la nación.

Los vecinos tienen derecho a vivir y a ofertar su obra de mano calificada, pero ha de ser de manera regular como mandan las leyes, por eso la población que ha colmado el territorio dominicano violando los mandatos y requisitos de la Ley de Migración, tiene que ser repatriada por no cumplir con la legislación.

En este caso, los alcaldes, en los 158 municipios y los directores municipales deben asumir su responsabilidad de colaborar para que las leyes se cumplan y jamás entrar en componendas con empresarios que buscan beneficios espurios, para entrar en la ilegalidad.

Los vecinos que ocupan los parques, las paradas de motoconchistas, las entradas de tiendas y negocios de expendio de alimentos deben ser escrutados para determinar su estatus y, sin no están documentados enviarlos a su país respetando siempre los derechos humanos y los valores esenciales de la persona, pero hay que hacerlo.

Necesitamos un respiro y ser de nuevo dominicanos, porque si la ONU, la OEA, Estados Unidos, Francia y Canadá no han querido ayudar ni hacer esfuerzos por resolverla crisis del vecino país, nosotros ya no soportamos más, porque esa carga está bien pesada.

Los señores alcaldes saben muy bien cual es su rol y, muchos de ellos hasta los utilizan en la recogida de basura y trabajos de calles, para pagarles poco y encubrir su situación, pero la ley también puede tener consecuencias contra ustedes, si son cómplices de acciones irregulares o se convierten en municipios santuarios.

Pónganse la pila y a tono con el país, porque ustedes también son dominicanos y la nación requiere ahora con urgencia de sus servicios junto al Ejecutivo de la nación y a las agencias oficiales responsables. ¡La patria primero!

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