El presidente Luis Abinader ha hecho grandes esfuerzos por entregar títulos de propiedad a miles de dominicanos que realmente lo requieren, pero al parecer no le ha sido posible lograr que las autoridades del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) hagan justicia con adquirentes de buena fe, cuyos derechos han sido conculcados o mantenidos en la sombra por la vieja mafia que aún opera en esa institución.
Y no hablamos de grandes predios, sino de solares de 150, 200 y hasta 300 metros cuadrados adquiridos en forma correcta por personas que acudieron a las ofertas de la agencia oficial o por medio del Gobierno, como ocurrió en la gestión de Hipólito Mejía, por medio de un acuerdo con el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).
La mafia que asumió después el control de titulación y recuperación de terrenos abrió pasos a bandas de invasores y en esas áreas para hacer negocios y a otros que solo esperan, por ejemplo, una carta de No Objeción, les han cerrado puertas y ventanas ahora, para seguir con la misma fiesta.
Preciso es que el presidente Abinader intervenga para ver si Rafael Burgos Gómez y esa rémora mafiosa que sigue pegada ahí, permiten que los verdaderos adquirentes de esos solares, puedan obtener sus títulos definitivos.
Los departamentos de Jurídica, Legal, Titulación y Recuperación, deben ser escrutados para determinar que está pasando y ¿cuál es la razón por la cual hacen que la gente de tantos viajes sin ser atendidos? No toman llamadas y cada vez es mayor el misterio en torno a los derechos de los verdaderos dueños de esos terrenos ya pagados.
Deben poner las cosas en claro y si es que ya los han vendido más de una vez estafando a los dueños originales que se investigue. Porque tiene que haber régimen de consecuencias para quienes se atreven a atentar contra los verdaderos propietarios de forma tan burda.
Es tiempo de poner un alto a esto. No es justo jugar con el sudor ajeno ni con el sacrificio de los ciudadanos que han escogido vivir honradamente y en paz. ¡Basta ya con el CEA!