La provincia Pedernales y las demás que conforman la región Enriquillo han sido, por fin, tomadas en cuenta por una gestión de Gobierno que ha decido apoyarlas para que mundo tenga la oportunidad de conocer y disfrutar de su belleza y la gran riqueza legada por la naturaleza.
El anuncio hecho por el presidente Luis Abinader, a quien tocara la gloria en la memoria de los pedernalenses, de que el 18 de diciembre del año en curso, en esta provincia abandonada desde su fundación, surcara el primer crucero con turistas que cambiara la vida y destino de sus habitantes.
Desde su fundación en 1927 con pobladores de Duvergé hasta su conversión en provincia unos 30 años después, Pedernales solo tuvo como punto luminoso la Alcoa Exploration Company, que aunque depredó gran parte de su territorio, fue una importante fuente de empleos. Solo su cárcel sobresalía como símbolo de gran castillo para quienes cometían delitos y eran llevados allí, para que ni los familiares pudieran visitarlos por la distancia y el angosto camino.
Habrá un nuevo despertar en el otrora sur agreste, grandes oportunidades para jóvenes y adultos, que podrán ganarse la vida como Dios manda y vivir con un poco más de dignidad.
Quienes tuvimos la oportunidad de crecer allí y dar los primeros pasos para cambiar de vida desde ese terruño inolvidable, sabemos cuánta alegría ha llegado al corazón de nuestras familias y los ciudadanos que valientemente siguen ahí como centinelas y salvaguardan la frontera.
Como dice el refranero: “Nunca es tarde si la dicha es buena”, parece que realmente a Pedernales le ha llegado el momento de explotar sus riquezas y disfrutar de la mayor de ellas traducida en hermosas playas, ríos y bosques y poner en alto su gran vocación pesquera.
Con el corazón henchido de alegría y en la certeza de que pronto la vida será muy diferente, agradecemos al presidente Abinader y a cada ser humano que haya tenido que ver con la maravillosa decisión de materializar esta importante obra. ¡Enhorabuena Pedernales!