Desde la década de los 60’s el país comenzó a apostar por el aprovechamiento de las grandes condiciones naturales con que cuenta para ponerlas al servicio de visitantes nativos y extranjeros y a trazar las pautas para establecer polos turísticos que han colocado a los dominicanos en los ojos del mundo.
Con Ángel Miolán a la cabeza, los esfuerzos, criticados cruelmente en ocasiones, hoy se convierten en una importante realidad para el desarrollo del turismo tanto sostenido como en la modalidad de todo incluido.
La creación del Fondo para la Infraestructura Turística en 1974 con los auspicios del Banco Central y una escuela para preparar a jóvenes en el quehacer turístico, ha rendido sus frutos, porque el país, según datos del Mitur, ha anunciado la llegada de 10 millones 300 mil visitantes en 2023.
República Dominicana se ha convertido en uno de los destinos turísticos de primer orden en el Caribe, preferido por el turista norteamericano, canadiense y de otras latitudes que gusta de las tibias aguas de las hermosas playas, el sol radiante, la gran vegetación y la vocación de servicio de los dominicanos en la actividad.
Los polos turísticos se fortalecen cada vez con la llegada de cruceros a los grandes destinos ubicados en el Este, en Puerto Plata, como fuerte de la región del Cibao y ahora arranca en el Sur, con la entrada al mundo turístico de Pedernales, cuyas playas y condiciones para el turismo son excepcionales.
Con la entrada de la oferta de Pedernales con Cabo rojo y Bahía de las Águilas; Punta Bergantín, en Puerto Plata y Miches, en la zona Este, el país no tendrá nada que envidiar a grandes destinos, porque cuenta con las condiciones que se requieren para una actividad tan delicada, rentable y de grandes beneficios para otros sectores de la economía y la generación de empleos.
El turismo es una actividad que debemos valorar, la seguridad del turista ha de ser responsabilidad de cada ciudadano sensato. ¡Cuidemos el turismo!