Con la Ley 63-17, de 2017 se produjeron cambios esenciales en la 241, que por años mantuvo la regulación del tránsito conforme a la voluntad de los agentes y al interés puesto en ello por la autoridad correspondiente. El tránsito es desde entonces, un verdadero desorden.
Para la correcta aplicabilidad en algunos renglones de esta sustancial enmienda, sugerimos cuatro aspectos que esperamos pueda ser tomados en cuenta tanto por Obras Públicas, como el Intrant y la Digesett como es el cambio de licencia a los ciudadanos que se retiran al país, el control a los motoristas en aceras y elevados, vigilancia al manejo temerario de camioneros y patanistas y la violación en los semáforos.
Primero: Cuando los dominicanos residentes en Estados Unidos, Europa y otras regiones se retiran definitivamente al país y quieren cambiar su licencia de conducir por la dominicana, deben dárseles las facilidades para que sólo cumplan con los aspectos teóricos de la Ley 63-17, y exonerarlos del complicado y burocrático examen práctico.
De esta forma, el Estado aumentaría las recaudaciones y los dominicanos de la diáspora estarían más animados y satisfechos de volver a su país y hasta de poder invertir.
Segundo: El Gobierno debe disponer que los agentes de tránsito contribuyan con medidas drásticas a controlar el caos que arman los motociclistas que se suben por las aceras y elevados, y entra por pasos a desnivel y vías contrarias sin respetar nada. Incautar las motocicletas y retenerles la documentación provisionalmente, sería un buen comienzo.
Tercero: Aplicar este procedimiento con camioneros y patanistas que conducen a altas velocidades por esas vías y provocan accidentes fatales que llevan luto a los hogares. Los propietarios de esos vehículos también deben ser sancionados para que depuren y vigilen a sus conductores.
Cuarto: Poner mayor atención y tomar medidas contra conductores de vehículos pesados y livianos que no respetan semáforos a ninguna hora, con manejo temerario, que crea el caos y el desasosiego en el tránsito.
Los dominicanos queremos vivir en paz, salir a las calles seguros y que no muera tanta gente por la imprudencia de esos conductores. Eso esperamos.