Mucho se ha hablado acerca de los efectos del cambio climático sobre los fenómenos naturales, la exposición de República Dominicana y los países del Caribe a dichos eventos, de las amenazas al turismo o a la agricultura.

Todas estas son amenazas a las infraestructuras, a las economías, a los sistemas productivos, pero especialmente, son amenazas a las personas, a la seguridad personal de los individuos, hombres y mujeres, y a las familias.

En República Dominicana es cada vez mayor la preocupación acerca de las vulnerabilidades de las embarazadas y de la primera infancia (niños y niñas menores de 5 años), ante los efectos del cambio climático, de hecho, el pasado año se realizó el Primer Foro sobre Cambio Climático y Primera Infancia en República Dominicana.

Esta actividad fue organizada por el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi); el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (Cnccmdl), la Fundación Popular; el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef); y la Cátedra de Sostenibilidad “Alejandro E. Grullón E.” de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y allí se debatió sobre la evidencia científica acerca de este tema.

Por ejemplo, las mujeres son particularmente sensibles a los efectos del cambio climático debido a los cambios hormonales que experimentan durante el embarazo, periodo en el que su temperatura basal se incrementa entre 0.5 y un grado centígrado, lo que las hace más susceptibles a las olas de calor, condición que se repite en la menopausia.

De hecho, la exposición prolongada a altas temperaturas puede causar deshidratación, estrés térmico y complicaciones en el embarazo que podrían llevar al parto prematuro y bajo peso al nacer. Además, las embarazadas pueden tener dificultades para acceder a atención médica adecuada durante o poco después de ocurrir desastres por causas climáticas, lo que agrava aún más los riesgos para su salud y la del feto.

Los niños menores de cinco años también enfrentan riesgos significativos debido al cambio climático, pues su baja estatura y limitada movilidad los hacen especialmente vulnerables a ahogamientos y lesiones durante las inundaciones repentinas, como las ocurridas en país en noviembre de 2022 y 2023.

Las inundaciones también pueden contaminar fuentes de agua potable, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, que es especialmente peligrosa para los niños pequeños debido a su rápido metabolismo y susceptibilidad a la deshidratación.

Estas son algunas de las principales razones por las que es necesario generar e implementar políticas públicas para reducir la vulnerabilidad y atender de manera urgente, a la población de embarazadas y a los niños y niñas menores de 5 años ante los efectos del cambio climático a los que esta expuesta la República Dominicana.

Para ello, es necesario desplegar esfuerzos, hacer inversiones y trabajar de manera intersectorial a nivel nacional e internacional, pero estos aspectos los desarrollaremos en la segunda parte de este artículo.

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