En nuestro país, por años, se ha considerado el profesional de la conducta como alguien que solo está para personas con trastornos mentales o conductas muy marcadas a través de las cuales se dificultan, en gran manera, las relaciones interpersonales. Acudir a uno de estos especialistas, todavía hoy, implica ser estigmatizado, por lo que se maneja de forma muy discreta, hasta el punto de no querer ser visto entrando a un consultorio de la salud mental. Al inicio de año son agendadas las revisiones para ir aldentista, hacerse estudios para revisar órganos y sistemas, y así poder decir “estoy bien”, lo que genera tranquilidad en el individuo. Sin embargo, son muchos los trastornos físicos (gástricos, dermatológicos, etc.), que una vez revisados, todo sale con resultados negativos, no obstante, los síntomas siguen presentes, lo que conlleva a buscar un segundo o tercer diagnóstico; y en ocasiones, en determinada clase social, suelen salir a otros países tratando de ver si encuentran la causa que origina el problema. Esto me llama la atención, en vista de que no solo genera angustias, sino también gastos económicos, para, al final, recibir el mismo diagnóstico, a través del cual se confirma que orgánicamente, no hay causa, y en ocasiones, de forma escasa, algún especialista les refiere al psicólogo o psiquiatra. Son muchas las enfermedades cuya causa es el estrés, problemas familiares, de pareja, y hasta dificultades económicas que, una vez enfrentados y aceptados como tales, con la adecuada orientación de un especialista en el área, se resuelve, lo que por mucho tiempo ni siquiera se había asociado con estos eventos. Cuidar la salud mental es tan vital, que asistir en busca de ayuda en el manejo de la cotidianidad que no puedes resolver debe introducirse como parte de esa agenda que muchas personas hacen, y más aún como se vive hoy día. Como vemos, el profesional de la salud mental no se importantiza como debería, sin embargo, este, utilizado a tiempo, hasta de manera preventiva, podría no solo ayudar con la salud física, sino evitar una serie de eventos dramáticos que a veces traen consecuencias funestas, por no haberse considerado como indispensable acudir desde un inicio a esta clase de especialistas, en vez de apañar realidades. Para eso estamos, acude sin temor, solo ganan tú, los tuyos y la sociedad.