En el inicio de cada año existe la tendencia a hacer inventarios de metas cumplidas o no, y fijarse nuevas para el que inicia. Un día a la vez es la sugerencia como punto de arranque para este 2022, ya que, hasta tanto no entiendas que solo disponemos de 24 horas y que éstas no pueden duplicarse ni acortarse en búsqueda insaciable como mecanismo para llenarse, no podrás encontrar equilibrio en tu vida y entorno.

¿Te has cuestionado en el transcurrir de tu vida con qué has tratado hasta hoy de llenarla? ¿Qué has perseguido? ¿Dinero? ¿Fama? ¿Un cuerpo perfecto? ¿Estatus? ¿Casarte o divorciarte? ¿Tener amigos (que no es lo mismo que ganar amigos)?
Estas interrogantes, acompañadas de una de las cosas que arropa de manera global al ser humano, y es la búsqueda constante de conocimiento, preparación científica y académica, a quien más maestría y PhD tenga, al punto de perder su nombre y desplazarlo por uno de estos títulos, han despersonalizado al ser humano. Todo lo señalado es válido, sin embargo, hasta tanto no aterrices e interiorices que la verdadera esencia de cada uno denosotros está en una sola palabra, mencionada durante toda la vida, inspiración de los más grandes poetas, escritores, compositores, y razón por la que se han llevado causas, siendo la principal, muerte en cruz de Cristo, por cuyo nacimiento celebramos recientemente y por siempre la Navidad, y es el mayor remedio para todos los males que acontecen, los cuales parecen no tener salida: el amor.

“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y Él les dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el gran y el primer mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.(Mateo 22:36-39).

Esta cita bíblica nos deja la única respuesta para vivir en un mundo que nunca ha sido fácil, ni mostrado como un camino de flores, sino más bien de luces, sombras, rosas hermosas acompañadas de pequeñas espinitas que, si no sabes cortarlas, te clavan las manos.

Que tu búsqueda en este nuevo año consista en retomar una nueva postura ante aquellos cambios, empezando en tu interior, que no has podido lograr por la falta de este principal ingrediente que no se compra con dinero. 1 Corintios 13 nos dice que sin este, podemos tenerlo todo, pero seguimos vacíos.

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