El Observatorio Permanente de Seguridad Vial (OPSEVI) del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), en su más reciente estudio exhaustivo de siniestralidad peatonal, revela que alrededor de 3,006 personas han perdido la vida y más de 109,705 han resultado con heridas graves y leves en accidentes solo en 2018, con incidencia en jóvenes de 20 a 24 años. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), apunta que el 21 % de muertes por eventualidades en la República Dominicana es de peatones y ciclistas. También, que el 4.4 % de responsabilidad en los siniestros se le atribuye a este grupo.
A raíz de esta situación nacional, el INTRANT presentó en agosto pasado el “Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial de Peatones para la República Dominicana (PENSV-P) 2020-2023.
Con el objetivo primordial de “conseguir la reducción de su siniestralidad, garantizar la manera más adecuada para controlar la realización de las medidas existentes (las cuales cuentan con carencias generalizadas a nivel de estructura y viabilidad), y formar adecuadamente a los usuarios en este ámbito”, dirigido a peatones y motociclistas que en su 80 % de la globalidad son los afectados.
Otras de las causas principales que motivaron el desarrollo de este documento es por “la clara falta de formación en seguridad vial de los conductores y el patente incumplimiento de las normas, la baja fiscalización de las infracciones y el deficiente proceso de control del pago de contravenciones”. También, para fomentar el desplazamiento a pie, racionalizar el uso del automóvil y fomentar el uso del transporte público, mejorar la movilidad peatonal, “dando más protagonismo a los peatones” y mejorar del entorno e imagen urbana.
Los ejes principales para ejecutar este plan posee cinco puntos neurálgicos: factor humano, vehículo, infraestructura, normativa y supervisión policial y la investigación.
Este proyecto se despliega en tres importantes ciclos: fase diagnóstica, fase de elaboración y fase de implementación y evaluación. Esto en aras de reducir la mortalidad de los transeúntes, que del año 2007 al 2016 se tradujo a un total de 16,987 víctimas por choque, atropellamiento, deslizamiento, estrellamiento, volcadura o caída, según precisa la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Las principales causas de estas situaciones lamentables son: “el uso del celular mientras se conduce, el consumo de alcohol, circular a una velocidad inadecuada, una observancia inadecuada de las leyes de tránsito (saltarse semáforos en rojo o circular por vías contrarias), la falta de instalaciones o facilidades para los peatones, así como la precariedad de las vías, deficiencias en la señalización y mala visibilidad de los viandantes, inciden de forma flagrante sobre los atropellos y movilidad de los peatones convirtiéndose en los principales factores que influyen en el riesgo de que los peatones sufran lesiones a causa del tránsito”.
Desafíos viales
El OPSEVI precisa que tiene que enfrentar grandes desafíos para la reducción notable de estas estadísticas viales, que son la causa principal por el deceso de peatones en las vías públicas, elementos como: (1) la velocidad a la que se desplaza un vehículo. La entidad del ordenamiento del transporte coloca como ejemplo lo siguiente: “el tiempo que necesita el conductor para reaccionar ante una emergencia y pisar el freno, lo normal es que un automóvil que vaya a 50 km/h recorra 36 metros antes de detenerse, mientras que a 40 km/h solo precisará de 27 metros”, alertando sobre el peligro de los conductores que manejan a altas velocidades.
Otro de los retos son: (2) alcohol y distracciones, como el uso de teléfonos móviles y reproductores de música digital por parte de los peatones que son la causa del 55 % de los atropellos mortales. (3) Momento y localización del accidente peatonal: la visibilidad peatonal. Atribuyen este factor de riesgo debido a la carencia de señalización y visibilidad del peatón mientras se desplaza por las vías. “Los atropellos en mitad de cuadra sin señales de tránsito ni controles peatonales representan la mayoría de las muertes y casi el 40 % de las lesiones”, indica.
(4) Deficiencias infraestructurales e inseguridad. Estas se agrupan en: equipamiento deficiente, paradas de autobús mal ubicadas, estrechamientos de vías con doble sentido de circulación, áreas restringidas-casco histórico, ocupación irregular de las aceras, la inseguridad ciudadana, “el 67% de los dominicanos se siente inseguro cuando camina solo por la noche en los sectores donde viven, según el Índice de Paz Global (Global Peace Index) que coloca a República Dominicana solo por detrás de Venezuela (88 %) y El Salvador (67 %)”, advierten y falta de respeto a las señales de tránsito.
Soluciones planteadas
Además de plantear el problema, señalaron las soluciones a estos, que con la ejecución pertinente, el respeto de normas y metas establecidas, pretenden, “Fomentar la construcción y promoción de una cultura de seguridad vial a través de la educación vial como medida preventiva para el tránsito seguro de peatones, establecer estrategias y acciones para proyectar y potenciar la Educación Vial en peatones y en el resto de usuarios que interaccionan con los mismos, control de los resultados obtenidos con la implementación de la Educación Vial, mejora y optimización de la formación vial, información y concientización de los usuarios vulnerables como acciones permanentes de prevención, potenciar la formación vial previa a las pruebas de acceso a la licencia de conducir, optimización de las características y estado de los vehículos, diagnóstico de la seguridad vial respecto a las necesidades de los peatones, mejora del estado y mantenimiento de las principales facilidades para peatones, especialmente aceras y cruces, gestión de la interacción de los peatones con los demás usuarios de la vía: enfoque participativo y socialización posterior, considerar los dispositivos de Calmado de Tráfico, plan de recuperación de aceras ocupadas, detección y sanción de las conductas de riesgo”, entre otras más.
El nuevo director ejecutivo del INTRANT, Rafael Ernesto Arias Ramírez, junto al apoyo indispensable del Gobierno, tienen el compromiso de velar y hacer cumplir este plan estratégico a los fines de obtener una mejor movilidad vial en el país y sobre todo en el Gran Santo Domingo.