Uno de los temas más debatidos en nuestro país es el relativo a la participación de la mujer en la política. Las discusiones se centran, generalmente, en la aceptación o no de la discriminación contra la mujer en todos los ámbitos: económico, social, cultural, educativo, etc.
Durante el año 2016, la autora de esta publicación realizó una investigación sobre la Mujer Dominicana en la Sociedad Global: Situación y Perspectivas. Los resultados de la investigación empírica, realizada con el propósito de conocer la percepción ciudadana sobre la participación de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres en los ámbitos de la economía, la educación, la salud, la política, entre otros, posibilitaron alcanzar hallazgos relevantes.
Por ejemplo, se constató que, en el área económica, la mayoría de los consultados considera que las mujeres tienen más limitaciones que los hombres para conseguir empleo y más del 60% de los entrevistados está de acuerdo o muy de acuerdo con que en República Dominicana hay una clasificación preconcebida de trabajos para mujeres, lo que dificulta su participación igualitaria respecto a lo laboral.
En el ámbito educativo, más del 69% está de acuerdo o muy de acuerdo en que, a pesar de que las mujeres son mayoría entre los ciudadanos con formación a nivel de educación superior, siguen siendo minoría en los puestos de trabajo para los que se requiere este nivel de formación.
Mientras que el 68.5% de los encuestados afirma que las mujeres son mayoría entre los empleados del sector informal y de baja remuneración. También asegura que en la economía formal en la que se requiere formación profesional, el referido segmento poblacional devenga salarios inferiores a los de los hombres.
Respecto a la discriminación contra la mujer en el sector educativo, el 80% de los encuestados entiende que no existe para acceder a la educación formal; y un 72% considera que niños y niñas tienen un desempeño similar en los diferentes niveles de la educación.
Otro hallazgo de especial relevancia es que el 86.5% de los entrevistados está de acuerdo o muy de acuerdo con que a mayor nivel educativo de las mujeres, estas logran independencia económica y social y elevan su autoestima. También consideran que a menor nivel profesional, mayor es la posibilidad de que las mujeres sean discriminadas.
Respecto a la actividad política, el 72.2% de la población consultada asegura que las mujeres tienen igualdad de oportunidades que los hombres para participar en política, y el 77.3% estima que tienen equidad de derechos y oportunidades para pertenecer a un partido político de su preferencia.
Alrededor del 65% de los encuestados afirma que las mujeres tienen igualdad de acceso a los cargos de dirección en los partidos políticos y a las postulaciones a cargos congresuales y municipales. Y como un dato de especial relevancia, el estudio muestra que más del 79% de los consultados asegura que las mujeres que participan en la actividad política tienen mayores posibilidades de avanzar hacia los cargos de dirección y de toma de decisiones, tanto en el sector público como privado.
En relación a las informaciones antes presentadas, resulta importante precisar que los objetivos del sistema de cuotas, implantado en el año 1997 en República Dominicana para avanzar con mayor rapidez en la participación de la mujer en la política, se vieron reforzados, en el año 2001, cuando se aprueba el Sistema del Voto Preferencial. Este sistema permite al elector, el ejercicio del derecho al voto, en el nivel congresual, que el elector escoja al candidato o candidata de su preferencia, al margen de la posición que ocupe en la lista propuesta por el partido político, lo que ha permitido el fortalecimiento del voto a favor de la mujer.
Las observaciones de los resultados de las elecciones celebradas en el país en los últimos cincuenta años muestran que las mujeres han avanzado, aunque no en términos de igualdad, hacia cargos directivos congresuales y municipales y en los organismos de dirección de los partidos políticos.
Sin embargo, las mujeres siguen siendo minoría en los puestos de dirección de las instituciones del Estado, lo que parece mostrar que, a pesar de los avances logrados en la Constitución dominicana y las leyes vigentes, este segmento no han alcanzado la igualdad plena con los hombres.